El arte requiere que sea una vocación. Sin duda para Pino Hernández lo es ya que a la pregunta “¿Qué quieres ser de mayor?” su respuesta fue siempre la misma “Quiero ser pintora”. Se dio cuenta de que esta era su pasión cuando en el colegio aprovechaba la hora que tenia libre los viernes para hacer lo que más le gustaba, pintar. Asegura además que esa era su hora más agradecida de la semana.

Paseando por la famosa Calle del Agua es inevitable dejarse embriagar por el aroma del gofio proveniente de uno de los molinos más antiguos de la isla. Estamos hablando de uno de los lugares más conocidos del pueblo de la Vega de San Mateo. En sus inicios en 1927 fue un molino de fuego propulsado por un motor diesel que además de la molienda del propio producto sirvió para dar luz a las calles del pueblo hasta el año 1943 cuando esta situación cambia con la llegada de UNELCO.

La Vega de San Mateo es un lugar lleno de historia y guarda tradiciones como las antiguas tiendas de “aceite y vinagre”. Estas tiendas son conocidas por ser pequeños comercios donde se puede conseguir de todo un poco y resultaban de gran importancia para la época en pueblos como San Mateo antes de la apertura de los grandes supermercados. Víveres Calle del Agua es un ejemplo de estos comercios locales que conservamos hoy en día.